Taxi contra Uber: el lobby mediático

La guerra del taxi
La guerra del taxi

Encuentro que se está produciendo una presión sin igual contra el sector de los taxistas. El problema se encuentra en el enfrentamiento del taxi contra Uber. Hoy, quiero explicar como sutilmente se entremezclan conceptos y estudios para apuntar en la misma dirección, la demonización del sector del taxi. Para ello, voy a analizar algo que está en boca de todos la idea de que» taxistas (o estibadores) forman parte de un monopolio».

¿Cuál es el origen de la opinión pública negativa frente al sector del taxi?. Los medios de comunicación respaldados por estudios de reputadas fuentes. ¿Quién ganará la batalla del taxi contra Uber?

Los medios de comunicación no entienden algunos conceptos o los utilizan para sus propios intereses, por ello con afán formativo vamos a profundizar en  cuál es la diferencia entre un monopolio, oligopolio y competencia monopolística.
Para poder distinguir cada uno estos conceptos, que hacen referencia al poder de los proveedores de un determinado mercado, debemos entender previamente a qué se refieren cada uno de ellos.

  • Monopolio: se caracteriza por existir un único productor que tiene la exclusiva sobre un producto o servicio.
  • Oligopolio: es un mercado en el que hay pocas empresas que ofrezcan un producto o servicio.
  • Competencia monopolista: al igual que en el oligopolio, un “puñado” de empresas se reparte el pastel del mercado, pero su producto es diferenciable, en definitiva no es el mismo.

Tenemos relativamente claro el resultado para los clientes, tanto el monopolio como el oligopolio, como la competencia monopolista, restringen y perjudican tanto a su capacidad de elección como a su “bolsillo”. ¿Pero es realmente el sector del taxi un monopolio?.Lo que vamos a tratar en este artículo, es representar estos conceptos por medio de la polémica batalla entre “Uber” y los taxistas.

Para empezar, no podemos hablar de monopolio, porque no hay poder de decisión, ni control sobre el precio, puesto que las tarifas del taxi se fijan por los Ayuntamientos. Tampoco de oligopolio, por cuanto que el número de oferentes y su fragmentación es muy elevado, comparado con el sector eléctrico o el bancario. Ni sería conveniente afirmar que se trata de competencia monopolista, porque el servicio ofrecido es muy similar, no hay diferencias significativas.

Entonces, ¿ante qué estamos? Sencillamente, estamos ante un mercado regulado porque está catalogado como “ SERVICIO PÚBLICO”, retengamos este concepto en nuestra mente.

¿Por qué se trata de monopolio al sector del Taxi?

Estamos ante un choque de trenes, una guerra comercial del taxi contra UBER, en el que se combina: una mala regulación de origen, un vacío legal y poderosos intereses. Uno de los argumentos que justifica la «en teoría» posición dominante de los taxistas, es que las licencias  se han revalorizado extraordinariamente, lo que supone una barrera de entrada al sector. A mi no me resulta tan extraño, son empresas con un número de clientes potenciales conocido de antemano, y si alguien quiere comprarlas deberá adquirirlas a su precio de mercado, nada nuevo en el horizonte.

Para apuntalar esta idea de privilegio de los taxistas, la CNMV nos ilustra con un gráfico en el que nos compara la evolución del Ibex-35 con la del precio de las licencias en el mercado secundario. Claro, el dato es revelador las licencias desde el año 2001 hasta 2016 han incrementado 3,5 veces su valor. En resumen, que ha crecido a un 9,02% en tasa anual compuesta.

VALOR DE LA LICENCIA

De base, estamos comparando cosas diferentes, un mercado “regulado”, con otro que se “supone” de “libre competencia”. Y para colmo, estamos contrastando datos de nuestras mayores 35 empresas, compuestas por las energéticas, bancarias, etc (conocidas como “ «blue chips»), con un sector fragmentado de pequeñas empresas y autónomos, “de locos”. Es un estudio en mi opinión sesgado.

Como economista a quien también le gusta jugar con las cifras, podría permitirme realizar un ejercicio similar.

Aunque “Uber” no cotiza en bolsa, sí disponemos de su valor de mercado. Cuando se fundó en Estados Unidos en el año 2009, tenía una valoración de entorno a los 2.000 millones de euros. A día de hoy, estimando “por lo bajo» su valor de mercado se situaría entorno a los 50.000 millones, 25 veces superior. La tasa de crecimiento anual compuesta sería de un 49%. Si lo contrastamos con la evolución del precio de la licencia del taxi en el mercado secundario, con tasas del 9 % y con un valor del mercado 3,5 veces superior, todavía destacaría más el crecimiento de Uber.

Con estas cifras, los “economistas” nos podemos plantear ciertas dudas, sobre quien opera con ventaja y quien lo hace desde una posición desfavorable en este mercado. Pero no lo hacemos, porque somos “responsables” de nuestros actos, jamás se nos ocurriría mezclar “churras con merinas” y mucho menos posicionarnos en el conflicto del taxi contra Uber. No encuentro demasiado acertado, esta comparativa de la evolución de una licencia de taxi frente al IBEX 35, en ocasiones estas actuaciones significan un excesivo interés frente a unos. En otras, como vimos en el sector editorial pueden parecer respaldadas por un despertado e inusitado afán recaudatorio, como analizamos en el artículo dedicado a las editoriales de libros de texto.

Recordar por último que las plusvalías por la venta de licencias de Taxi tributan fiscalmente en España desde el año 2015. ¿Dónde tributa la plusvalía de “Uber“?.

Este post fue publicado el 03/07/2017 a las 13:55, a fecha de hoy en 2022 surgen noticias de como el lobby ha utilizado su poder a lo largo de estos años para acabar con este sector. No definitivamente, el autor de esta entrada no tiene poderes adivinatorios, pero sí sentido común. Este me dice que estas noticias no disfrutarán de mucho tiempo en primera plana, al menos no tanto como la conducta «violenta atribuida al colectivo de los taxistas». Les pillaron con el «carrito del helado», pero lo han escondido tras una pandemia, seguida de una guerra y  tras un montón de dinero invertido en una campaña para reconstruir su imagen mediática con sigilo.

Al final, comulgaremos con ruedas de molino.

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